-LAS PRUEBAS-
“A Dios le pareció mejor lograr el bien a partir del mal que padecer el hecho de que el mal no existe.” San Agustín de Hipona “
-¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job? –Volvió a preguntarle el SEÑOR-. No hay en la tierra nadie como él; es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal”. (Job. 1:8)
De repente todo se desplomó para un hombre bueno y justo como Job; su vida se convirtió en todo un drama; si trasladáramos su historia al presente podríamos hacer un novelón completo.
Pero ¿qué fue en realidad lo que le ocurrió a este hombre justo a los ojos de Dios, si todo iba tan bien en su vida? Satanás el rey de la mentira, príncipe de este mundo declaraba que gente como Job; sólo ama a Dios cuando recibe sus bendiciones.
“Satanás replicó: -¿Y acaso Job te honra sin recibir nada a cambió? ¿Acaso no están bajo tu protección él y su familia y todas sus posesiones? De tal modo has bendecido la obra de sus manos que sus rebaños y ganados llenan toda la tierra. Pero extiende la mano y quítale todo lo que posee, ¡a ver si no te maldice en tu propia cara!” (Job.1:9-11)
Dios tenia absoluta confianza en su fiel sirvo y permitió que fuera probado y… de qué manera; primero le fueron robados todos sus bienes, luego asesinados sus sirvientes, del cielo llovió fuego y fueron destruidas sus propiedades y muertos sus hijos; su esposa lo abandono.
Casi lo extermina una dolorosa enfermedad, además de ser juzgado –y condenado- por sus más íntimos amigos, y sufrir el abandono de toda la gente que él ayudo cuando era un rico y potentado.
Al leer este libro se pueden entender muchas de las cosas buenas y malas que suceden en la vida de los creyentes; algunas son incomprensibles a los ojos del ser humano pero no a los de Dios, que siempre tiene un propósito para la vida de cada hijo suyo.
Imagínese por un momento; qué tal que usted tuviera que pasar por una crisis como la de Job: ¿Qué cree que haría? Seguramente lo que todos hicimos cuando andábamos en el mundo natural y carnal -llorar, maldecir, buscar culpables, pensar incluso en la muerte-Pero cuando usted tiene al espíritu de Dios -personal espiritual- en su corazón las cosas son a otro precio; sabe que lo qué pueda suceder en algún momento es transitorio y que el Señor nunca lo va dejar sólo.
Job, cuando se enteró de todas sus desgracias dijo: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo he de partir. El SEÑOR ha dado; el SEÑOR ha quitado. ¡Bendito sea el nombre del SEÑOR!
A pesar de todo esto, Job no pecó ni le echó la culpa a Dios.” (Job. 1:21-22) En los capítulos siguientes de la historia de Job, suceden cosas bien interesantes y que van en forma paralela en la vida de cada creyente.
“Y el SEÑOR preguntó: -¿De Donde vienes?-Vengo de rondar la tierra, y de recorrerla de un extremo a otro –le respondió Satanás.-
¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job? - Volvió a preguntarle el SEÑOR- No hay en la tierra nadie como él; es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal.
Y aunque tú me incitaste contra él para arruinarlo sin motivo, ¡todavía mantiene firme su integridad!
-¡Una cosa por otra!- replicó Satanás-
Con tal de salvar la vida, el hombre da todo lo que tiene. Pero extiende la mano y hiéralo, ¡a ver si no te maldice en tu propia cara!
-Muy bien-dijo el SEÑOR a Satanás- Job está en tus manos.
Eso sí, respeta su vida.
Dicho esto, Satanás se retiró de la presencia de SEÑOR para afligir a Job con dolorosas llagas desde la planta del pie hasta la coronilla.
Y Job, sentado en medio de las cenizas, tomó un pedazo de teja para rascarse constantemente.
Su esposa le reprochó: -¿Todavía mantienes firme tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete!Job le respondió:-Mujer hablas como necia.
Si de Dios sabemos recibir lo bueno, ¿no sabremos también recibir lo malo?A pesar de todo esto, Job no pecó ni de palabra”. (Job. 2:2-10)
Bueno, más calamidades para el fiel Job, no podrían venir, ha perdido todo; familia, fortuna, amigos e incluso su propia esposa –que debería apoyarlo en una situación tan complicada- le da la espalda y lo incita a volverse en contra de Dios.
Pero lo que la biblia enseña en este caso es que Dios permitió que Satanás atacara a Job con un sólo propósito, probar su integridad y fidelidad; pero ha medida que la historia de Job, avanza las cosas se van complicando más y más, los amigos lo condenan -y lo más cruel, es lo que dicen sus acusadores acerca del sufrimiento como castigo, pues parece tener sentido- incluso llega a maldecir el día en que nació. ( Job. 3:1-26)
Cuantas veces cuando se camina por desiertos sin salida aparente, y en lo único en que se piensa es en maldecir nuestro destino, y lógicamente la crisis nos lleva a buscar culpables – entre ellos a Dios, la familia, el destino u cualquier otro pero jamás nos detenemos a analizar la raíz de problema, pues todo es oscuridad en nuestra vida por la falta de fe.
Generalmente cuando llegan las pruebas jamás llegan solas; si lo despidieron del trabajo es posible que en la casa algún miembro se enferme o algunas cosas por el estilo…y claro llegan los “amigos” a dar sus consejo que muchas veces es una especie de concilio para juzgar la conducta del caído en desgracia.
Para el caso de Job llegaron sus más queridos amigos para “ayudarlo” con sus comentarios:
Elifaz “La experiencia me ha enseñado, que los que siembran maldad cosechan desventura.” (Job. 4:8)
Bildad: “¿Acaso Dios pervierte la justicia?” (Job. 8:3)
Zofar: “Puedes adentrarte en los misterios de Dios, o alcanzar la perfección del Todopoderoso.” (Job.11:)
Eliú: “Que hable la voz de la experiencia; que demuestren los ancianos su sabiduría” Pero lo que da entendimiento al es el espíritu que en él habita; ¡es el hálito del Todopoderoso! No son los ancianos los únicos sabios, ni la edad la que hace entender lo es justo.” (Job. 32:7-9)
Job, ya no sabia como defender su integridad, sus amigos lo único que hacían era cuestionar su conducta y lealtad a Dios. –Es lo mismo que sucedo cuando alguien cae en desgracia y solo recibe recriminaciones de sus familiares y “amigos” que en su inmensa “sabiduría” dictan sentencia escuchando solo la voz de su conciencia.
Ante las acusaciones sin fundamento ni conocimiento Job, se defendía diciendo: “Concédeme, oh Dios, sólo dos cosas, y no tendré que esconderme de ti: Quítame la mano de encima y deja de infundirme temor. Llámame a comparecer, y te responderé; o déjame hablar, y contéstame tú. Enumera mis iniquidades y pecados; hazme ver mis transgresiones y ofensas. ¿Por qué no me das la cara? “(Job. 13: 20-24)
Estaba muy disgustado –o desesperado- Job, para ser tan igualado con el Señor, pero es así como se reacciona en el mundo, cuando llegan las pruebas y no encontramos la solución.
Más adelante en medio de la desesperación, Job, sólo atinaba a exclamar: “A todos mis amigos les resulto abominable; mis seres queridos se han vuelto contra mí. La piel y la carne se me pegan a los huesos; ¡a duras penas he salvado el pellejo! (Job. 19. 19-20) ¡Ah, si fueran grabadas mis palabras, si quedaran escritas en un libro! (Job. 19:23)
Pero quizás en el momento más dramático de su sufrimiento escribió este bello pasaje: Yo sé que mi redentor vive, y que al final triunfara sobre la muerte. Y cuando mi piel haya sido destruida, todavía veré a Dios con mis propios ojos. Yo mismo espero verlo; espero ser yo quien lo vea, y no otro. ¡Este anhelo me consume las entrañas! (Job.19:25-27)
Pero cuando se clama al Señor, él siempre responde. Aunque muchas veces la respuesta se demore más de lo esperado -es el tiempo de Dios-, no hay que olvidar que generalmente las pruebas son para labrar un mejor destino, o si no veamos la respuesta de Dios Para Job:
“¿Quien es éste, que oscurece mi consejo, con palabras carentes de sentido? Prepárate a hacerme frente; yo te cuestionaré, y tú me responderás.
¿Dónde estabas cuando puse las bases de la tierra? ¡Dímelo, si de veras sabes tanto! (Job. 38:2-4)
Él Señor continua confrontado a Job: “¿Alguna vez en tu vida le has dado ordenes a la mañana, o le has hecho saber a la aurora su lugar, para que tomen la tierra por sus extremos y sacudan de ella a los malvados? “ (Job.38:12-13)
“¿Qué camino lleva a donde la luz se dispersa, o a donde los vientos del este se desatan sobre la tierra? (Job.38:24)”
“¿Corregirá al Todopoderoso quien contra él contiende? ¡Que le responda a Dios quien se atreve a acusarlo!” (Job. 40:2)
Entonces Job le respondió: “¿Qué puedo responder, si soy tan indigno?¡Me tapo la boca con la mano! (Job. 40-4)
El señor le respondió a Job desde la tempestad. Le dijo: Prepárate a hacerme frente. Yo te cuestionare y tú me responderás. ¿Tienes acaso un brazo como el mío?
Si es así, cúbrete de gloria y esplendor; revístete de honra y majestad. (Job.40-7-10)
Respondió entonces Job al Señor: “De oídas había oído hablar de ti, pero ahora te veo con mis propios ojos. Por lo tanto, me retracto de lo que he dicho. Y me arrepiento en polvo y ceniza” (Job. 42:5)
Finalmente satanás perdió el desafió; Job a pesar de todo lo que tuvo que pasar jamás maldijo a Dios, siempre se aferro a su fe en un Dios justo, Dios tuvo algunas palabras de corrección para Job, y en lo esencial se agrado con su fiel siervo.
En cuanto a los amigos de Job; "el Señor se dirigió a Elifaz de Temán y le dijo: Estoy muy irritado contigo y tus dos amigos porque, a diferencia de mi siervo Job, lo que ustedes han dicho de mí no es verdad. (Job.41:7-8)
Mi siervo Job orará por ustedes, y yo atenderé a su oración y no los haré quedar en verguenza"
Quizás después de leer este breve resumen de las desventuras de un hombre justo; podamos tener un perspectiva mejor de las pruebas que muchas veces enfrentamos a lo largo de nuestras vidas; cuando llegan de repende y no entendemos ¿el por qué de sufrimiento? después de la tormenta viene la calma -se cae y se lástima- pero Dios extiende siempre su mano para curar y sanar.
Nunca hay que perder la fe pues sin ella se pierde todo contacto con el Creador.
Desde luego que a Job, le fue restituido todo lo quitado, Dios lo bendijo en gran manera, recupero todos sus bienes (al 200%) le regalo catorce hijos y tres hijas; Paloma, Canela, y Linda -hermosos nombres- vivió ciento cuarenta años, y deja una lección de amor y lealtad hacia el Creador digna de imitar; aquí si que se cumple lo dicho por el divino Maestro: "Y el que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá, y el que la pierda por mi causa, la encontrará. (Mt.10:38-39)
Amado Dios: sabemos que somos seres insignificantes en el universo, que no valemos nada sin tu presencia, hoy te damos las gracias por tu amor, por tu paciencia y sobre todo porque tú siempre estás al control de nuestras vidas. ¡Gracias Señor!
Escrito por Raúl Bernal Samudio
Las citas bíblicas son tomadas de la Biblia de Estudio N.V.I. (Editorial Vida)
Bogotá, D.C. Abril 1 del 2.009
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“A Dios le pareció mejor lograr el bien a partir del mal que padecer el hecho de que el mal no existe.” San Agustín de Hipona “
-¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job? –Volvió a preguntarle el SEÑOR-. No hay en la tierra nadie como él; es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal”. (Job. 1:8)
De repente todo se desplomó para un hombre bueno y justo como Job; su vida se convirtió en todo un drama; si trasladáramos su historia al presente podríamos hacer un novelón completo.
Pero ¿qué fue en realidad lo que le ocurrió a este hombre justo a los ojos de Dios, si todo iba tan bien en su vida? Satanás el rey de la mentira, príncipe de este mundo declaraba que gente como Job; sólo ama a Dios cuando recibe sus bendiciones.
“Satanás replicó: -¿Y acaso Job te honra sin recibir nada a cambió? ¿Acaso no están bajo tu protección él y su familia y todas sus posesiones? De tal modo has bendecido la obra de sus manos que sus rebaños y ganados llenan toda la tierra. Pero extiende la mano y quítale todo lo que posee, ¡a ver si no te maldice en tu propia cara!” (Job.1:9-11)
Dios tenia absoluta confianza en su fiel sirvo y permitió que fuera probado y… de qué manera; primero le fueron robados todos sus bienes, luego asesinados sus sirvientes, del cielo llovió fuego y fueron destruidas sus propiedades y muertos sus hijos; su esposa lo abandono.
Casi lo extermina una dolorosa enfermedad, además de ser juzgado –y condenado- por sus más íntimos amigos, y sufrir el abandono de toda la gente que él ayudo cuando era un rico y potentado.
Al leer este libro se pueden entender muchas de las cosas buenas y malas que suceden en la vida de los creyentes; algunas son incomprensibles a los ojos del ser humano pero no a los de Dios, que siempre tiene un propósito para la vida de cada hijo suyo.
Imagínese por un momento; qué tal que usted tuviera que pasar por una crisis como la de Job: ¿Qué cree que haría? Seguramente lo que todos hicimos cuando andábamos en el mundo natural y carnal -llorar, maldecir, buscar culpables, pensar incluso en la muerte-Pero cuando usted tiene al espíritu de Dios -personal espiritual- en su corazón las cosas son a otro precio; sabe que lo qué pueda suceder en algún momento es transitorio y que el Señor nunca lo va dejar sólo.
Job, cuando se enteró de todas sus desgracias dijo: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo he de partir. El SEÑOR ha dado; el SEÑOR ha quitado. ¡Bendito sea el nombre del SEÑOR!
A pesar de todo esto, Job no pecó ni le echó la culpa a Dios.” (Job. 1:21-22) En los capítulos siguientes de la historia de Job, suceden cosas bien interesantes y que van en forma paralela en la vida de cada creyente.
“Y el SEÑOR preguntó: -¿De Donde vienes?-Vengo de rondar la tierra, y de recorrerla de un extremo a otro –le respondió Satanás.-
¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job? - Volvió a preguntarle el SEÑOR- No hay en la tierra nadie como él; es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal.
Y aunque tú me incitaste contra él para arruinarlo sin motivo, ¡todavía mantiene firme su integridad!
-¡Una cosa por otra!- replicó Satanás-
Con tal de salvar la vida, el hombre da todo lo que tiene. Pero extiende la mano y hiéralo, ¡a ver si no te maldice en tu propia cara!
-Muy bien-dijo el SEÑOR a Satanás- Job está en tus manos.
Eso sí, respeta su vida.
Dicho esto, Satanás se retiró de la presencia de SEÑOR para afligir a Job con dolorosas llagas desde la planta del pie hasta la coronilla.
Y Job, sentado en medio de las cenizas, tomó un pedazo de teja para rascarse constantemente.
Su esposa le reprochó: -¿Todavía mantienes firme tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete!Job le respondió:-Mujer hablas como necia.
Si de Dios sabemos recibir lo bueno, ¿no sabremos también recibir lo malo?A pesar de todo esto, Job no pecó ni de palabra”. (Job. 2:2-10)
Bueno, más calamidades para el fiel Job, no podrían venir, ha perdido todo; familia, fortuna, amigos e incluso su propia esposa –que debería apoyarlo en una situación tan complicada- le da la espalda y lo incita a volverse en contra de Dios.
Pero lo que la biblia enseña en este caso es que Dios permitió que Satanás atacara a Job con un sólo propósito, probar su integridad y fidelidad; pero ha medida que la historia de Job, avanza las cosas se van complicando más y más, los amigos lo condenan -y lo más cruel, es lo que dicen sus acusadores acerca del sufrimiento como castigo, pues parece tener sentido- incluso llega a maldecir el día en que nació. ( Job. 3:1-26)
Cuantas veces cuando se camina por desiertos sin salida aparente, y en lo único en que se piensa es en maldecir nuestro destino, y lógicamente la crisis nos lleva a buscar culpables – entre ellos a Dios, la familia, el destino u cualquier otro pero jamás nos detenemos a analizar la raíz de problema, pues todo es oscuridad en nuestra vida por la falta de fe.
Generalmente cuando llegan las pruebas jamás llegan solas; si lo despidieron del trabajo es posible que en la casa algún miembro se enferme o algunas cosas por el estilo…y claro llegan los “amigos” a dar sus consejo que muchas veces es una especie de concilio para juzgar la conducta del caído en desgracia.
Para el caso de Job llegaron sus más queridos amigos para “ayudarlo” con sus comentarios:
Elifaz “La experiencia me ha enseñado, que los que siembran maldad cosechan desventura.” (Job. 4:8)
Bildad: “¿Acaso Dios pervierte la justicia?” (Job. 8:3)
Zofar: “Puedes adentrarte en los misterios de Dios, o alcanzar la perfección del Todopoderoso.” (Job.11:)
Eliú: “Que hable la voz de la experiencia; que demuestren los ancianos su sabiduría” Pero lo que da entendimiento al es el espíritu que en él habita; ¡es el hálito del Todopoderoso! No son los ancianos los únicos sabios, ni la edad la que hace entender lo es justo.” (Job. 32:7-9)
Job, ya no sabia como defender su integridad, sus amigos lo único que hacían era cuestionar su conducta y lealtad a Dios. –Es lo mismo que sucedo cuando alguien cae en desgracia y solo recibe recriminaciones de sus familiares y “amigos” que en su inmensa “sabiduría” dictan sentencia escuchando solo la voz de su conciencia.
Ante las acusaciones sin fundamento ni conocimiento Job, se defendía diciendo: “Concédeme, oh Dios, sólo dos cosas, y no tendré que esconderme de ti: Quítame la mano de encima y deja de infundirme temor. Llámame a comparecer, y te responderé; o déjame hablar, y contéstame tú. Enumera mis iniquidades y pecados; hazme ver mis transgresiones y ofensas. ¿Por qué no me das la cara? “(Job. 13: 20-24)
Estaba muy disgustado –o desesperado- Job, para ser tan igualado con el Señor, pero es así como se reacciona en el mundo, cuando llegan las pruebas y no encontramos la solución.
Más adelante en medio de la desesperación, Job, sólo atinaba a exclamar: “A todos mis amigos les resulto abominable; mis seres queridos se han vuelto contra mí. La piel y la carne se me pegan a los huesos; ¡a duras penas he salvado el pellejo! (Job. 19. 19-20) ¡Ah, si fueran grabadas mis palabras, si quedaran escritas en un libro! (Job. 19:23)
Pero quizás en el momento más dramático de su sufrimiento escribió este bello pasaje: Yo sé que mi redentor vive, y que al final triunfara sobre la muerte. Y cuando mi piel haya sido destruida, todavía veré a Dios con mis propios ojos. Yo mismo espero verlo; espero ser yo quien lo vea, y no otro. ¡Este anhelo me consume las entrañas! (Job.19:25-27)
Pero cuando se clama al Señor, él siempre responde. Aunque muchas veces la respuesta se demore más de lo esperado -es el tiempo de Dios-, no hay que olvidar que generalmente las pruebas son para labrar un mejor destino, o si no veamos la respuesta de Dios Para Job:
“¿Quien es éste, que oscurece mi consejo, con palabras carentes de sentido? Prepárate a hacerme frente; yo te cuestionaré, y tú me responderás.
¿Dónde estabas cuando puse las bases de la tierra? ¡Dímelo, si de veras sabes tanto! (Job. 38:2-4)
Él Señor continua confrontado a Job: “¿Alguna vez en tu vida le has dado ordenes a la mañana, o le has hecho saber a la aurora su lugar, para que tomen la tierra por sus extremos y sacudan de ella a los malvados? “ (Job.38:12-13)
“¿Qué camino lleva a donde la luz se dispersa, o a donde los vientos del este se desatan sobre la tierra? (Job.38:24)”
“¿Corregirá al Todopoderoso quien contra él contiende? ¡Que le responda a Dios quien se atreve a acusarlo!” (Job. 40:2)
Entonces Job le respondió: “¿Qué puedo responder, si soy tan indigno?¡Me tapo la boca con la mano! (Job. 40-4)
El señor le respondió a Job desde la tempestad. Le dijo: Prepárate a hacerme frente. Yo te cuestionare y tú me responderás. ¿Tienes acaso un brazo como el mío?
Si es así, cúbrete de gloria y esplendor; revístete de honra y majestad. (Job.40-7-10)
Respondió entonces Job al Señor: “De oídas había oído hablar de ti, pero ahora te veo con mis propios ojos. Por lo tanto, me retracto de lo que he dicho. Y me arrepiento en polvo y ceniza” (Job. 42:5)
Finalmente satanás perdió el desafió; Job a pesar de todo lo que tuvo que pasar jamás maldijo a Dios, siempre se aferro a su fe en un Dios justo, Dios tuvo algunas palabras de corrección para Job, y en lo esencial se agrado con su fiel siervo.
En cuanto a los amigos de Job; "el Señor se dirigió a Elifaz de Temán y le dijo: Estoy muy irritado contigo y tus dos amigos porque, a diferencia de mi siervo Job, lo que ustedes han dicho de mí no es verdad. (Job.41:7-8)
Mi siervo Job orará por ustedes, y yo atenderé a su oración y no los haré quedar en verguenza"
Quizás después de leer este breve resumen de las desventuras de un hombre justo; podamos tener un perspectiva mejor de las pruebas que muchas veces enfrentamos a lo largo de nuestras vidas; cuando llegan de repende y no entendemos ¿el por qué de sufrimiento? después de la tormenta viene la calma -se cae y se lástima- pero Dios extiende siempre su mano para curar y sanar.
Nunca hay que perder la fe pues sin ella se pierde todo contacto con el Creador.
Desde luego que a Job, le fue restituido todo lo quitado, Dios lo bendijo en gran manera, recupero todos sus bienes (al 200%) le regalo catorce hijos y tres hijas; Paloma, Canela, y Linda -hermosos nombres- vivió ciento cuarenta años, y deja una lección de amor y lealtad hacia el Creador digna de imitar; aquí si que se cumple lo dicho por el divino Maestro: "Y el que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá, y el que la pierda por mi causa, la encontrará. (Mt.10:38-39)
Amado Dios: sabemos que somos seres insignificantes en el universo, que no valemos nada sin tu presencia, hoy te damos las gracias por tu amor, por tu paciencia y sobre todo porque tú siempre estás al control de nuestras vidas. ¡Gracias Señor!
Escrito por Raúl Bernal Samudio
Las citas bíblicas son tomadas de la Biblia de Estudio N.V.I. (Editorial Vida)
Bogotá, D.C. Abril 1 del 2.009
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