martes, 23 de septiembre de 2008

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"No llores si me amas
10/07/2008


De San agustín.



¡Si conocieras el don de dios y lo que es el cielo!
¡si pudieras oír el cántico de los ángeles
Y verme en medio de ellos!
¡si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos;
Los horizontes, los campos
Y los nuevos senderos que atravieso!
¡si por un instante pudieras contemplar como yo,
La belleza ante la cual las bellezas palidecen!
¡cómo!... ¿ tú me has visto,
Me has amado en el país de las sombras
Y no te resignas a verme y
Amarme en el país de las inmutables realidades?
Créeme.
Cuando la muerte venga a romper las ligaduras
Como ha roto las que a mí me encadenaban,
Cuando llegue un día que dios ha fijado y conoce,
Y tu alma venga a este cielo
En que te ha precedido la mía,
Ese día volverás a verme,
Sentirás que te sigo amando,
Que te amé, y encontrarás mi corazón
Con todas sus ternuras purificadas.
Volverás a verme en transfiguración,
¡en éxtasis, feliz!
Ya no esperando la muerte, sino avanzando contigo,
Que te llevaré de la mano
Por senderos nuevos de luz...y de vida...
Enjuga tu llanto y no llores si me amas !

sábado, 20 de septiembre de 2008

REMINISCENCIAS


Tus manos y mis manos, tu piel y mi piel juntas.
Las tuyas; blancas, finas y suaves, bellas inmensamente bellas.
Las mías; rusticas y viejas, maltratadas por los años..arrugadas y cansadas.

Quizás estas manos, las tuyas y las mías escribirán algún día su propia historia…la nuestra.
Venimos de mundos diferentes, tú con la altivez que te dan los años, que te da la vida.
Yo…lento, seguro esperando redimir el pasado…con la experiencia vivida.

Pero aquí entre nos, tu y yo sabemos que somos iguales, amorosos, tiernos, sentimentales y joviales.
Tú una luz en la oscuridad, un motivo para vivir. Yo como el árbol viejo que se niega a caer.

Una cosa nos hace diferentes; yo te puedo enseñar a vivir, amar, perdonar y olvidar. Pero tú…tu no me puedes enseñar a morir.

Escrito por: Raúl Bernal Samudio
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sábado, 6 de septiembre de 2008

¡LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD!

Llega a la recepción del cielo un aspirante nuevo con hoja de vida en mano, pasa por los distintos controles hasta llegar a la oficina de San Pedro, que es el encargado de revisar cada caso por separado y dar el visto bueno para el ingreso a los niveles que Dios tiene establecido según sus actos. Sentado frente a su computador le da la bienvenida y pasa a revisar su caso.
Su nombre es Ramiro, nació en Colombia y siempre se desempeño como empleado público, más concretamente en el campo de la política incluso llego a ser una
Eminencia en su glorioso partido, siempre se distinguió por ser un negociador de primera línea, y como político que se respete la parte más grande de la torta era lógicamente para él. Dicho en buen romance fue un líder corrupto.
La entrevista empieza.
-Bueno a ver ¿Cómo es tu nombre?
Ramiro, contesta.
-Ah…si aquí está, vienes de un país muy bello, atormentado por los problemas de orden público…y violencia ocasionada por la injusticia social, que muchas veces es alimentada por los partidos políticos y sus malos dirigentes, y veo que tú tomaste muchas decisiones mal intencionadas, igualmente no fuiste muy buen ciudadano, ni siquiera amaste a tú propia familia. Grave…te veo grave, con está lista de faltas te tendrías que ir directo al fuego eterno.
- Ay… San Pedro, no sea mala gente negociemos, deme la última oportunidad, que yo hice muchas obras de caridad en mi pueblo, si le contara cuanto dinero le di al cura para obras de beneficencia, decía Ramiro.
Bueno… no se, vaya y espérame en la sala que está al fondo, luego te llamo y veré que puedo hacer por ti, contesto San Pedro.
San Pedro, revisa todos los datos de Ramiro, y cada vez se convencía más de las faltas que había cometido y por más que trataba de ayudarlo era imposible salirse de las reglas establecidas por Dios.
Sin embargo por esos días había unas dispensas especiales en el cielo y tal vez podrían aplicar para el caso de Ramiro. Así que hizo todas las consultas al respecto, solo le daría una oportunidad, ya que Satanás estaba en plena campaña para reclutar gente para su causa.
Ramiro, fue llamado nuevamente a la oficina de San Pedro, y este le dijo: Mira muchacho; solamente por hoy te puedo dar una oportunidad, tú decides, pero te advierto que no hay cambio y lo que escojas eso será lo tuyo… ven y te mostraré.
Entraron primero al cielo, donde estaban todos los que eran asignados a vivir con los ángeles, el ambiente era sereno y se sentía mucha paz y tranquilidad, todos tenían una especie de cabañas donde vivían alrededor de un gran lago lleno arboles muy hermosos, los querubines entonaban notas musicales celestiales, ah…todos vestían trajes largos blancos muy blancos, el ambiente era de una espiritualidad impresionante.
Luego lo invitó a conocer la antesala del infierno; a la entrada una escultural rubia que solo cubría su cuerpo con una pequeña tanga, a todos los que entraban les ofrecía una copa de champaña, más adelante una enorme cancha de golf donde la gente jugaba, tomaba finos licores y mucha cerveza… fría, en un costado una piscina llena de gente que gozaba de lo lindo, una pista de baile para los que desearan bailar, había una orquesta que interpretaba los ritmos de moda, adelante unas tabernas donde se reunían grupos de amigos y mantenían una tertulia muy amena, restaurantes donde se servían exquisitas comidas, y algunos campos de fútbol donde el partido era animado por muchas barras bravas; lo mejor de todo lleno de viejos amigos y hermosas mujeres que se le insinuaban sin ningún recato.
Ahí tienes, solo por el día de hoy, puedo dejar que tu elijas ya que estamos en una campaña especial, ¡tu escoges!, le dijo San Pedro, pero piensa bien porque no hay ninguna posibilidad de cambiar, ¿Qué decides?
Ramiro, se quedo pensando por un instante…
-¿De verdad Pedrito que puedo escoger?
-Claro… la decisión es tuya.
-Pues la verdad es que en el cielo me parece que las cosas son muy aburridas, tanta tranquilidad a mi me enferma…y no vi ni un amigo mío.
-¿Entonces? Replico San Pedro intrigado por la respuesta.
-Pues yo me voy a vivir al infierno, dijo Ramiro
-Piensa bien, recuerda que no tienes más oportunidades
-No…ya lo pensé bien, me voy para donde están mis amigos
-Está bien, si esa es tu decisión así será, apretó un botón rojo y Ramiro salió disparado por un hueco.
Al llegar al infierno le ofrecieron su coctel de bienvenida y quedo sumido en un profundo sueño, al otro día cuando despertó estaba en un caldero de cobre ardiendo a una temperatura insoportable... solo escuchaba gritos de dolor y arrepentimiento, mucha gente suplicaba que los sacaran de allí… Ramiro llamaba a gritos a San Pedro, suplicaba…
Para que viniera en su ayuda.
De pronto se le apareció el diablo, que tenía una vara en su mano para hundirlo cada vez más.
-Este no es el mismo sitio que yo vi ayer, gritaba Ramiro.
-El diablo solo atino a responder
Ayer estábamos en campaña para reclutar adeptos, hoy ya tenemos un trato.
FIN.

Escrito por: Raúl Bernal Samudio
Bogotá, D.C. Agosto 19 del 2.008

LAS ETAPAS DE PAULO COELHO

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida.
Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos. Como quiera llamarlo, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó con su trabajo?, ¿Se acabó la relación?, ¿Ya no vive más en esa casa?, ¿Debe irse de viaje?, ¿La amistad se acabó?
Puede pasarse mucho tiempo de su presente 'revolcándose' en los porqués, en devolver el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la Vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la Vida y seguir adelante.¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir con sólo lo que tenemos en el presente!. El pasado ya pasó.
No esperen que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted. Suelte el resentimiento, el prender 'su televisor personal' para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Porque si usted anda por la vida dejando 'puertas abiertas', por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción.
Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de 'regresar' (a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron. ¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo!, si no, déjelo ir, cierre capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no vuelve.
Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio. Usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver. Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.
Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque: cuando usted vino a este mundo 'llegó' sin ese adhesivo, por lo tanto es 'costumbre' vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr porque, le repito, ¡nada ni nadie nos es indispensable! Sólo es costumbre, apego, necesidad.El fin de año suele marcar para muchos el final de una etapa, todos decimos eso de añoPero …. cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.
¡Esa es la vida!