viernes, 24 de octubre de 2008

LAS REFLEXIONES DE SIMONPETRUS


Modelo de hijos



“Llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento”. (Fil.2:2)




“Podemos delegar la autoridad, pero no la responsabilidad”

Stephen Comiskey



Se sabe de antemano que todos los padres que aman a sus hijos son consentidores y siempre anhelan darles lo que mejor que tengan; no quieren que ellos “sufran las privaciones que yo tuve” es lo que siempre repiten casi en coro… eso a los ojos de Dios está muy bien si se aplica según su palabra. (Mt.7:9-11)

Pero resulta que algunos padres confunden el amor con la sobre protección y ahí precisamente es donde empieza el problema.

Unos padres tipo “protector:” son aquellos que nunca quedan satisfechos con lo que le provee a su vástago, -hacen las tareas del colegio, le alcanzan todo, le facilitan al máximo las cosas, justifica su indisciplina escolar y nunca sabe decir ¡no!

Lo grave del asunto es que el niño se va acostumbrando a ser una especie de “eunuco mental” y pareciera que viviera un sueño donde él es la estrella principal –consentido y mal criado, donde tiene que ser el centro de atención; o de lo contrario le da su berrinche, llora y manipula a su antojo-

Es así como los niños empiezan a manejar las vidas de sus padres, y él es quien toma las decisiones, -hace algún tiempo en un centro comercial, veía que un pequeño infante cogía a físicas patadas a su madre porque no lo dejaba tirarse a una fuente ornamental del lugar…además de gritar a su madre; te voy a ¡matar! ¿Qué tal el angelito? Si eso es ahora que es un inocente niño ¿se imaginan cuando sea un adolecente?

Control y apoyo son las influencias más poderosas que un padre debe de administrar en la formación primaria de sus hijos, “No dejes de disciplinar al joven, que de unos cuantos azotes no se morirá.” (Pr. 23:13)

Pero que en la práctica, en muchos hogares no se cumple aun siendo cristianos, las razones son variadas veamos algunas:

Generalmente cuando los padres trabajan, dejan sus hijos al cuidado de las empleadas, que raras veces hacen su misión a cabalidad.

No les dedican el tiempo necesario a compartir sus problemas, sus inquietudes, alegrías, triunfos o fracasos; los padres andan muy ocupados en sus labores y se olvidan de sus obligaciones primarias.

Se presentan en la actualidad muchos casos en la que los padres dejan la responsabilidad total de formar a sus hijos en manos del colegio, pensando que allí van a enseñarles a sus hijos lo que ellos en su incapacidad no les dan; olvidan que sí el hogar es disfuncional es muy poco lo que los docentes pueden lograr en sus hijos; la educación es un trabajo interdisciplinario entre padres y docentes. No una función exclusiva de los centros educativos.

Como es obvio, los padres son los principales educadores de sus hijos, de las condiciones ambientales y familiares que viva la familia, el niño será modelo en la sociedad, el colegio y con sus compañeros, hay que recordar un viejo dicho; “árbol que nace torcido no se endereza” y los niños son como un disco virgen que no ha sido gravado, todo lo que ve y oye lo aprende en seguida.

La diferencia entre hogares cristianos y no cristianos se manifiesta claramente en la forma de actuar de los padres; mientras uno no cristiano no tiene conciencia de lo que le hace a su familia ya sea por soberbia manifiesta (no creen en nada…o tal vez su “dios” dinero no lo deja ver más lejos de su nariz, o es el poder natural -enemigo- que lo consume)

Los cristianos tienen a Cristo como su guía inseparable, así que si equivocan es porque se dejan contaminar de lo que ofrece el mundo; y no hay excusas frente a Dios y la sociedad. (1 Cor. 10:12:13)

Señor: Perdona las veces que me equivoque en la educación de mis hijos; por favor ayúdame a ser ejemplo para mis nietos y mi familia; te ruego que cambies corazones y que tus bendiciones sean dadas a tanta familia dolida y sin esperanza.

Las citas bíblicas son tomadas de la biblia N.V: I (S.B.I)


Bogotá, D.C. Octubre 24 del 2.008