viernes, 31 de octubre de 2008

REFLEXIONES DE SIMONPETRUS

La ingratitud

¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero? (Lc.17:18)

La biblia narra en el libro del apóstol Lucas (cap.17:11-17) la historia de diez leprosos que fueron sanados por Jesús, y solo uno regreso a dar gloria al Señor –y no era judío- los otros nueve después de ser sanados olvidaron quien los había limpiado, ¿Cómo se podría llamar la actitud de estos hombres? Ingratitud, olvido o sencillamente eran desagradecidos que para el caso es lo mismo.
Esto solo para ilustrar la naturaleza del ser humano que algunas veces se olvida de las personas que los bendicen y solo acuden cuando necesitan algo o están en malas condiciones; desde luego que Dios nos enseña que es mejor dar que recibir, pero…no hay que olvidar que al hombre se le conoce por sus actos y no hay uno más bochornoso que la ingratitud.

Pero el caso más aberrante se comete contra Dios, cuando se le clama pidiendo ayuda, luego de ser recibida se voltea la espalda y como dice el dicho “si te vi no te conozco” ¿y quién pierde en este caso? Si…ese mismo, usted si es el ingrato.

Un compañero de la facultad de teología alguna vez narro en una conferencia sobre sanidad interior la historia que sigue a continuación: (como para ilustrar está reflexión)
Él tenía seis hermanos y la madre logró con muchos sacrificios criarlos ella sola; pues su esposo murió en un accidente siendo sus hijos aún niños. Pasando muchas dificultades y toda clase de humillaciones en los trabajos que tuvo que desempeñar.

Pero al final, logró que todos terminaran sus estudios y pudiera organizar sus propias vidas; con el transcurrir del tiempo se fueron marchando de la casa materna uno a uno, hasta que la madre quedo completamente sola…bueno no tanto la acompañaba su pequeña mascota...¡Un perro!.
 Sus hijos solían visitarla con alguna frecuencia, pero al final siempre quedaba sola, -todos los hijos andaban muy ocupados con sus propias familias y no tenían mucho tiempo para dedicarle a su anciana madre-- está soledad y la tristeza de sentirse tan abandonada la llevo a la tumba…murió una fría tarde teniendo como única compañía a su fiel perro.


Pero lo más cruel no fue su muerte; sino la forma como reaccionaron algunos de los hijos cuando se enteraron del fallecimiento. Acudieron a su casa raudamente…no a llorar su partida, sino... ha buscar sus pertenencias para repartírselas. ¿Qué tal?
Pero, ¿por qué el ser humano tiende a tener este tipo de conductas? si hasta algunos animales suelen ser más agradecidos con sus amos, -como el perro de la historia-

Veamos que dice la biblia al respecto:
“Ahora bien ten en cuenta que en los últimos días vendrán tiempos difíciles la gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios. Aparentarán ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad. ¡Con está gente ni te metas! (2 Tim. 3:1-5)

Seria bueno analizar si realmente hay que darle gracias a Dios por las cosas que tenemos, ya que él es el proveedor de todas nuestras necesidades ¿O es qué el hombre es tan auto suficiente que no necesita ayuda?
La vida es un regalo del cielo, amanecer vivo, ver la luz del día, sentir la suave brisa de la mañana, respirar el aire, sentir el calor del sol, poder abrazar y besar a sus hijos, acariciar a su esposa, mirar y sentir a la gente que se ama, tener un trabajo –porque el trabajo es una bendición y no un castigo- una familia que lo ama y lo espera en casa todos los días, una patria, una iglesia, unos amigos…si esto no es digno de agradecimiento y gratitud hacia Dios… entonces ¿Qué es y cómo se podría llamar?
Dios es un padre amoroso y lo ama; usted es su hijo adoptado y aceptado por él; ore todo el tiempo pida que le muestre sus debilidades y errores cometidos en el pasado.

Clame por él perdón…pero tenga en cuenta que no sólo es pedirlo; hay que sentirlo realmente… sinceramente; porque en la forma que usted percibe su identidad, marca la diferencia entre la persona carnal y la persona espiritual que podría ser usted.
La puerta está ahí…sólo… toque y se le abrirá, Dios lo está esperando para perdonarlo y amarlo, ¡adelante no se detenga!
“El mal porta consigo la semilla de su propia destrucción. A la larga, el bien derrotado es más fuerte que el mal triunfante.” (Martin Luther King)*


Amado padre: te ruego nos des tu perdón por todas las veces que hemos sido ingratos con nuestros padres, esposa, hijos, amigos y con tanta gente que en algún momento nos ha tendido la mano para ayudarnos y nunca tuvimos la nobleza de dar las gracias…especialmente contigo Señor.


Bogotá Octubre 19 del 2.010

Las citas bíblicas son tomadas de la biblia N.V.I. (S.B.